viernes, 8 de abril de 2011

La Mala Decisión


Llevaba ya algo mas de 2 años sin el, pero no había momento en que una calle, un matiz, un recuerdo fugaz transformado en uno de los sueños que cada noche acudían a ella, le llevara siempre a recordarle.

Habían pasado ya esos 2 tortuosos años en los que el miedo, la desesperación y sus inseguridades, la tristeza y la soledad se habían ido poco a poco y la habían convertido en una nueva mujer. Mas dinámica, menos dependiente pero a la vez controlando esa carencia afectiva que nunca tuvo por una infancia copada de problemas que tuvo que asumir sola, no tuvo hermanos, y sus padres ya no estaban.

Se casó con Tristan enamorada con la esperanza de que él llenara ese vacío que desde muy pequeña se formo en su ADN. El problema es que como nadie la había enseñado a amar no supo darle la pasión y las ganas que él esperaba, que egoísta por su parte, en vez de enseñarla a quererle y quererla él solo exigía pensando en su propio beneficio.

Tristan aunque que tenia una personalidad fuerte y estaba siempre seguro de si mismo, también se convirtió en parte del agujero negro que la machacaba constantemente.

Después de años de insatisfacciones y de soledad compartida Tristan se fue apagando hasta tal punto en el que ya no la necesitaba en su vida. E hinchado de orgullo y prepotencia que oculta empezó a torturarla lentamente y empezó a "escaparse" cada tarde.

Fueron años complicados pero un día Eva se miró al espejo, ese espejo que le escupía una realidad ficticia y por fin le dijo la verdad: NO TE QUIERE, ASUMELO

Y lo asumió y le dejó, dejo que volara, que encontrara su libertad tan deseada. Dejó en un lado años y años de preguntarse ¿que había echo ella para que él no la quisiera?. Dejo de ser la víctima.

Pero a vuelta de 2 años las cosas cambian.

Ella ahora esta relativamente feliz y segura de sí misma. Vive sola, a aprendido a no ser dependiente, de ver la vida del color que es. De asumir su vida como una concatenación de errores de los que ella no era culpable y a sobrevivido a un amor egoísta que la había robado su esencia de mujer.

Él, esta solo, es libre. Cuando Eva le pidió que la dejara se dedico a sí mismo en todos los sentidos. Volvió a los lugares que frecuentaba, ya no lo hacía con hora de vuelta, pero descubrió lo vacía que era su vida sin ella.

Con todo lo que se creía, querer y que te quieran no es tan malo.

Pero ya no hay vuelta atrás, y él lo sabe, pero todavía su orgullo y cobardía le hace no reconocerlo. Todavía se niega a la realidad y en lugares que sabe que nadie todavia la escribe mensajes soberbios para desesperadamente sentirse vivo, aunque ya es un hombre muerto.




lunes, 4 de abril de 2011

Mata Hari

Margaretha Geertruida Zelle  (Mata Hari)

Llegó a casa agitada, llena de moretones y con la nariz sangrando.

Yo le pregunté qué le pasó y ella con gesto de preocupación pero con esa sonrisa que siempre retenía en mi memoria cuando algo iba mal me contestó que me amaba, "que no me enfadara, pero que mejor que no supiera nada, que lo hacía por mi bien y por mi seguridad..."

- "¿Por mi seguridad? ¿que estas diciendo... que ha pasado... que has hecho...?  - la agarre de los brazos y le dije seriamente - ¿que me estas ocultando?"

Ella, magullada y con sangre en uno de sus labios partidos, una parte de su cuerpo que solo me incita a besarla y que adoro como todas las partes de su cuerpo, empezó a moverse inquieta y a mirar a todos los lados con miedo y ha decirme simplemente que era espía y que acababa de cumplir su objetivo.

Pero que algo salio mal y se descontroló todo.

Me aseguró que ahora conocían su identidad, que había logrado escapar y que no iban a tardar en encontrarla. Que había que huir, pero por separado, "es por tu bien"  me dijo entre lágrimas besandome en la mejilla...

Mata Hari  (1876 - 1917)
Esas palabras retumbaron en mí como un goteo de mercurio, cada palabra que salía de su boca explotaba en mi mente, y empecé a negar, no podía... no le creía, principalmente cuando dijo que había saltado de un auto en movimiento y se había internado en el bosque para ocultarse de sus secuestradores.

Mientras me seguía contando, como ya les expliqué mil veces, unos botes de humo rompieron los ventanales de casa y entraron ustedes pateando la puerta y apuntándonos a la cabeza.

Después me encapucharon, también me secuestraron y me arrastraron hasta este salón para preguntarme mil veces la misma cosa. Y se la llevaron de mi vida...

¡Ya les dije que yo no conozco a mi esposa...!

Ya... ni siquiera sé quién es.