martes, 24 de mayo de 2011

Tierra Vs Aldea

Si pudiésemos reducir la población de la Tierra a una pequeña aldea de exactamente 100 habitantes, manteniendo las proporciones existentes en la actualidad, seria algo como esto:
  • Habría 57 asiáticos, 21 personas del continente americano
  • 14 europeos y 8 africanos
  • 52 serían mujeres
  • 48 hombres
  • 70 no serían blancos
  • 30 serían blancos
  • 70 no cristianos
  • 30 cristianos
  • 89 heterosexuales
  • 11 homosexuales
  • 6 personas poseerían el 59% de la riqueza de toda la aldea, y los 6 serían norteamericanos
  • De las 100 personas, 80 vivirían en condiciones infrahumanas
  • 70 serían incapaces de leer
  • 50 sufrirían de malnutrición
  • 1 persona estaría a punto de morir
  • 1 bebé estaría a punto de nacer
  • Solo 1 (si, solo 1) tendría educación universitaria
  • En esta aldea habría 1 persona con ordenador








 Nota:
Este post es prestado de otro, pero me parece muy interesante porque nos hace pensar un poco en donde estamos y hacia donde vamos hasta que el de arriba lo arregle de verdad. El clip es prestado del genial Dani Mono y su banda Macaco

domingo, 22 de mayo de 2011

Leyendas Urbanas

Cerca de una gran mansión abandonada había una pequeña casa. En la que vivía Marla, una niña de 12 años, su hermanita de 8 y sus papás.

Desde hacia un tiempo, todos los días despues de comer la niña salía de su casa y se paraba frente a la grán pared lateral de la mansión abandonada y se quedaba observándola algunos minutos. Aquello se convirtió en una costumbre, Marla fue creciendo, y siempre hacía lo mismo y a la misma hora

Pero un día la casa fue demolida...

Marla creció, se convirtió en una preciosa mujer y formó su propia familia. Tuvo un hijo al que llamó Adam. Marla y su esposo vivían cerca de un lago. Todos los días despues de comer, Adam salía de la casa a observar el lago por unos minutos. Siempre lo hacía.

Y Un día el lago se secó...

Pierre, el abuelo paterno de Adam, en su lecho de muerte contó a su hijo Michel, que cuando era pequeño solía ir a observar un gran árbol que había en un bosque cercano a su casa. No le dijo por qué lo hacía, pero le dijo que un día el árbol fue talado...

Pasaron 100 años y generación tras generación cada niño tenía el extraño poder (o maldición) de perder lo que admiraba.


Hasta que un día, uno de esos niños tuvo la costumbre de salir a mirar al cielo...




lunes, 16 de mayo de 2011

Carta Al Remitente Conocido

A medida que pasa el tiempo uno va conociendo cosas y gente que te edifica como persona, otras no.

Y a veces, durante gratas conversaciones noto que tenemos carencias o falta de experiencia a lo largo de nuestra vida porque nadie nos ha ayudado a reflexionar en los pros y los contras de la vida que nos toca vivir.


Anoche estuve pensando en ello, y decidí escribir una carta a un niño del pasado que conocí.

LLegué a casa y busque una vieja foto, la que más me gusta (que es la que que puesto), medité en ese niño que fuí, imagine que volvía a tener la vieja Olivetti de papá, la azul y empecé a teclear.








Carta a mí mismo

                                                                               
                                                                                Fecha: algun día de Marzo de 1987


Hola, espero hoy sea un día de lluvia, creo que a esa edad ya te encantaba la lluvia y hará más amena la lectura de esta carta.

Posiblemente sepas quien soy... tu curiosidad imaginaria es como un águila, mas, no creo que sostengas esa idea por mucho, porque descubriras lamentablemente que detras de esa fachada irromplible que eres fragil, con poca autoestima ya en ese tiempo.

Te puedo decir que he cambiado en muchos aspectos, algunos para bien, otros para mal.

No pude ser un guitarrista autodidacta como lo fue tu primo, y aunque alguna vez rasgues la guitarra que te dejó, ahi se quedará hasta que un día tu madre se canse y la tire sin decirte nada. No te preocupes con el tiempo tendras 2 o 3 y seguiras amando el instrumento y deseando poseerlo pero lo haras en la distancia disfrutando de otros.

También te informo que, a pesar de algunos malos ratos, sigo riéndome a carcajadas de vez en cuando... antes me reia más, pero tranquilo, esto es pasajero.

Entre los aspectos mas destacables que he cambiado, es que ahora tengo miedo, cosa que aún tú no debes conocer. Y no, no es el miedo que te entraba cundo Rebe se ponía a contar historias de brujas y tenaís que dormir tapandote la cara... éste miedo es mas hostil y difícil de controlar.

Te puedes estar preguntando ¿a qué se debe ésto?... No te daré muchos detalles, y aunque así lo hiciere, sé que no me vas a hacer caso.

Sé que si te digo "...Fulanita va a aparecer un día en tu vida y te vas a enamorar perdidamente de ella, pero al final quedarás con el dolor más grande de tu vida y creerás que te vas a morir llorando..."  Sé que no me vas a creer, pero cabe destacar que cuando eso pase te vas a levantar y vas a respirar de nuevo y con más fortaleza. Créeme.

También te puedo advertir que esa no será la única vez que te enamores y que salga mal, podría decirte incluso que cada vez puede doler más que la anterior, pero no me he muerto aunque a veces pareciera que podría pasar. Y lo callaras por miedo al rechazo y a la burla, pero te aseguro que encontraras la que te mereces, y que te hará ser un hombre felíz. Y lo serás.

No perderás vivir los días mas felices de tu vida, ni te salvarás de vivir los mas tristes y dolorosos, sin embargo debes aprender de cada uno.

Conocerás amigos falsos y amigos verdaderos, los primeros se perderán en el camino, los segundos aun siguen aquí a mi lado. Quisiera que aprendieras lo más pronto posible que nadie puede evitarte un sufrimiento más que tú mismo, y fallarás te lo aseguro. No se puede evitar que el dolor duela, o asegurar que el amor no duela.

Sé que eres muy joven, solo un niño que juega, y te importa un bledo lo corta que es la vida, al fin y al cabo al tener 15 años uno piensa que le quedan siglos de vida. Pero por favor no pierdas el tiempo, es muy valioso, es lo más valioso que tenemos.

Vendrán tiempos difíciles, habra gente que te engañara y gente que se burlará de ti.  Alguno se hará pasar por tu amigo. Cuidado con esos. Esos te traicionarán.

Y aunque no debería decirle esto a un niño, debo hacerlo... Vas a conocer el infierno. ( Que por cierto no es azufre y lava ni tampoco hay un hombre con cuernos rojo y rabo de toro)

Y no será una sola vez, serán varias veces. Pero te digo, ojo al dato, cuando pases por ahí no te sientes a llorar. Sigue caminando, corre si es posible. Es la única manera de salir.

Sé que va a ser difícil, pero deberías buscar a alguien o algún curso que te enseñe a "callar". A mi edad sabrás a qué me refiero. Es esencial que aprendas a callar cuando es necesario, te ahorrarás muchos malos ratos.

Cuando sientas mucha vergüenza por algo, o te sientas que no tienes salida en algún momento. Créeme, eso pasará.

Muchas veces el pasado se asomará para atormentar tu presente y hacer tu futuro mas borroso de lo que es. Deberás saber manejarlo.

Cometerás muchos errores... uff incontables. Pero tómalos como lecciones de vida. Todo error tiene su castigo y su enseñanza. No esperes más que eso. Y si llega algo más... alégrate.

Lee, lee mucho, lee Borges, Márquez, Tolkien, King, Matutes...(esos nombres raros serán conocidos en algún momento).


Ahora lo odiaras pero te aseguro que te enganchara y querras expresarte en un folio como ellos y tu imaginacion volará como lo hace ahora pero no te dará verguenza exponerlo. Ten en cuenta que habrá gente que no le gustará lo que escribas con el corazon. Pero hazlo, tu mente y corazón te llevarán, solo dejate llevar.

A pesar de que sufrirás, también harás mucho daño, a personas importantes para tí. Porque eso te hará sufrir más al darte cuenta.  Así que por favor ten cuidado. (Vuelvo a recalcar lo de aprender a callar).


En algún momento verás una película que se llama "Volver al futuro" y querrás hacer una maquina del tiempo, no te esfuerces mucho, encontrarás otra forma menos científica de hacerlo.

Usa cosas, no uses personas, Ama a las personas, no ames cosas.

En tu adolescencia te creerás que el mundo estará a tus pies, te sentirás realizado por trabajar con tu padre y ganar mucho dinero para tu edad. No te preocupes, la estupidez se te pasará rápido. Y a mi edad vas a saber lo que realmente quieres y lo que realmente tienes.

No te quedes siendo soñador. Sé que quieres ir a la luna y ser astronauta. Eso también se te pasará cuando veas que aunque eres bueno para la ciencia, ésta no te inspira tanto como el arte.

No seas tan tímido y si una chica te gusta, díselo. No tienes nada que perder. Si no te corresponde te das la vuelta y punto.

Un buen consejo: en tus momentos más felices saca fotos. Las fotos son aliadas de la memoria.


Pero ten cuidado, la memoria es un arma de doble filo, si dejas que lo domine todo te encarcela en el pasado y evita que sigas adelante. Recuerdalo: las fotos son su arma mas poderosa, tan poderosa que te costará un montón deshacerte de ellas. Hacen que con el tiempo los momentos felices pasen a ser nostálgicos, y que la tristeza siempre sea tristeza.

Tengo una orquesta oxidada de recuerdos, y pensamientos. Tengo dolores viejos y nuevos apilados en un cuarto en mi mente. Tengo tantas ideas que decirte, tengo tantos recuerdos pendientes, tengo tantas metas sin conseguir, y tantas ganas de todo.

Y a pesar de todo a mis 39 años... Aquí estoy aún sigues vivo.Pasarán y pasarán los años y la vida seguirá siendo injusta, pero no importa, ríete de ello. 

Te extraño demasiado. Un abrazo gigante.

Atentamente, tu futuro YO.



P.D.
Que bien sería si en este momento, me llegase hoy una carta de mi YO de 50 años. A ver que tiene que decirme. A veces, mas de lo que piensas, quisiera ser tú de nuevo.

lunes, 9 de mayo de 2011

La Vuelta De La Tuerca

Si pensar en los cambios bio-logicos del comportamiento humano es desconcertante, lo es mas cuando lo que se bio-espera de las relaciones humanas fragmentadas es la cordura, el sosiego, la tanquilidad, y la equanimidad.

Pasamos del claro al oscuro es un tris tras, sin darnos cuenta. Todo empieza blanco para terminar siendo negro cual entrepierna de una cucaracha.

¿Quien fue el imbécil que inventó la frase "Todo lo que empieza bien, acaban bien" ?

Todavía nos sorprendemos enterarnos de historias de personas que se amaban, empresas que trabajaban y gobiernos que gobernaban que con el paso del tiempo y la ponzoña se tiznan de oscuridad, tristeza y usura.

"Yo quiero lo mejor para ella, no quiero nada para mí..." y con el paso de la cuarentena y al pisar el lodazal de la realidad se escucha "¡Que la den!... quiero lo mío, me importa un rábano si se queda en la calle..."

Y no digamos cuando el problema es un tema económico teñido de sistema empresarial, ahí se ve la realidad, como decían en un gag Faemino & Cansado :

"Yo tenia un sósio y montamos un negosio ignominioso... el negosio se fue a tomá po culo... y mi sósio se llevó 50 millone de pehéta... la amistá te la puede meté en er culo... pero devuelveme mis 25 millone..."

Por eso, cuando algunos se sorprenden cuando se enteran de alguna ruptura o el desenlace final de algún juntamiento económico/emocional, en el fondo me dan pena... ¡valientes payasos!. ¿De que planeta les echaron?. No conozco disensión o ruptura civilizada, pero es curioso, se pasa del amor al odio en función del dinero o las cosas que se hayan compartido, o las prisas de reestructurar la nueva vida.

¿Que hacemos con las cosas que no se pueden dividir?

El alma de una pareja, el recuerdo, la tristeza, el engaño, la deseperación, el abotargamiento mental, el cansancio, la pasión, la emoción, las risas en la cama, las caricias, el desaliño matutino, los desayunos compartido, las duchas compartidas, las toallas compartidas... la vida compartida.

La vuelta de tuerca suele hacerse al mes del quebranto, cuando ya no queda nada por lo que llorar y todo por lo que arramplar y aunque quede algo, da igual. Para eso es siempre sabio el refranero español "Mucho prometer hasta meter, una vez metido nada de lo prometido"








miércoles, 4 de mayo de 2011

Busco Me

 
 
Un dia aprenderé el porque de algunas cosas
intento aprender como camina mi corazón
me precipito, me lanzo al vacio 
luego vengo abajo por miedo, pero yo sigo buscando

Busco-me...
Busco...

Y no paro de buscarme mas 
y doy vueltas y pienso sin parar y me miro en el espejo despacito,
me analizo y me enfado otra vez conmigo 
y me digo: anda ya mujé... si to tiene solución menos la muerte

Y me levanto mu segura 
y me echo a llorar como una niña a oscuras
Ya no me divierto pienso algunos dias 
y al otro dia no hay sol que me acueste
me echo a correr buscando no se 
que pensando que tal vez es posible reponerse

Ya no me divierto pienso algunos dias 
y al otro dia no hay sol que me acueste
me echo a correr buscando no se que 
pensando que tal vez es posible reponerse y mientras...

Busco-me...
Busco...
 
Y cuando mi cuerpo termine de llorar, echaré una ramita al mar
que esa balsa eh pá un marinero naufrago y pá que no vaya atienta le pondré yo un faro
Y ahora que he caido al fondo de una piscina que ni una gotita de agua tenia
voy a recoger mis alitas rotas y las pegaré trocito a trozo y volaré

Yo soy una montaña rusa que sube que baja que rie que calla confusa me dejo de llevá llevá por lo que los dias me quieran mostrar

Soy una montaña rusa que sube que baja que rie que calla confusa me dejo de llevá por lo que los dias me quieran mostrar

Aha... Aha...
 Busco-me-busco...

Buscaremos en la casa encantada...
buscaremos, debajo de las hojas secas...
 
Buscaremos...
muy dentro... muy dentro y fuera tambien...
 
Busco me... Busco




by Bébe

viernes, 8 de abril de 2011

La Mala Decisión


Llevaba ya algo mas de 2 años sin el, pero no había momento en que una calle, un matiz, un recuerdo fugaz transformado en uno de los sueños que cada noche acudían a ella, le llevara siempre a recordarle.

Habían pasado ya esos 2 tortuosos años en los que el miedo, la desesperación y sus inseguridades, la tristeza y la soledad se habían ido poco a poco y la habían convertido en una nueva mujer. Mas dinámica, menos dependiente pero a la vez controlando esa carencia afectiva que nunca tuvo por una infancia copada de problemas que tuvo que asumir sola, no tuvo hermanos, y sus padres ya no estaban.

Se casó con Tristan enamorada con la esperanza de que él llenara ese vacío que desde muy pequeña se formo en su ADN. El problema es que como nadie la había enseñado a amar no supo darle la pasión y las ganas que él esperaba, que egoísta por su parte, en vez de enseñarla a quererle y quererla él solo exigía pensando en su propio beneficio.

Tristan aunque que tenia una personalidad fuerte y estaba siempre seguro de si mismo, también se convirtió en parte del agujero negro que la machacaba constantemente.

Después de años de insatisfacciones y de soledad compartida Tristan se fue apagando hasta tal punto en el que ya no la necesitaba en su vida. E hinchado de orgullo y prepotencia que oculta empezó a torturarla lentamente y empezó a "escaparse" cada tarde.

Fueron años complicados pero un día Eva se miró al espejo, ese espejo que le escupía una realidad ficticia y por fin le dijo la verdad: NO TE QUIERE, ASUMELO

Y lo asumió y le dejó, dejo que volara, que encontrara su libertad tan deseada. Dejó en un lado años y años de preguntarse ¿que había echo ella para que él no la quisiera?. Dejo de ser la víctima.

Pero a vuelta de 2 años las cosas cambian.

Ella ahora esta relativamente feliz y segura de sí misma. Vive sola, a aprendido a no ser dependiente, de ver la vida del color que es. De asumir su vida como una concatenación de errores de los que ella no era culpable y a sobrevivido a un amor egoísta que la había robado su esencia de mujer.

Él, esta solo, es libre. Cuando Eva le pidió que la dejara se dedico a sí mismo en todos los sentidos. Volvió a los lugares que frecuentaba, ya no lo hacía con hora de vuelta, pero descubrió lo vacía que era su vida sin ella.

Con todo lo que se creía, querer y que te quieran no es tan malo.

Pero ya no hay vuelta atrás, y él lo sabe, pero todavía su orgullo y cobardía le hace no reconocerlo. Todavía se niega a la realidad y en lugares que sabe que nadie todavia la escribe mensajes soberbios para desesperadamente sentirse vivo, aunque ya es un hombre muerto.




lunes, 4 de abril de 2011

Mata Hari

Margaretha Geertruida Zelle  (Mata Hari)

Llegó a casa agitada, llena de moretones y con la nariz sangrando.

Yo le pregunté qué le pasó y ella con gesto de preocupación pero con esa sonrisa que siempre retenía en mi memoria cuando algo iba mal me contestó que me amaba, "que no me enfadara, pero que mejor que no supiera nada, que lo hacía por mi bien y por mi seguridad..."

- "¿Por mi seguridad? ¿que estas diciendo... que ha pasado... que has hecho...?  - la agarre de los brazos y le dije seriamente - ¿que me estas ocultando?"

Ella, magullada y con sangre en uno de sus labios partidos, una parte de su cuerpo que solo me incita a besarla y que adoro como todas las partes de su cuerpo, empezó a moverse inquieta y a mirar a todos los lados con miedo y ha decirme simplemente que era espía y que acababa de cumplir su objetivo.

Pero que algo salio mal y se descontroló todo.

Me aseguró que ahora conocían su identidad, que había logrado escapar y que no iban a tardar en encontrarla. Que había que huir, pero por separado, "es por tu bien"  me dijo entre lágrimas besandome en la mejilla...

Mata Hari  (1876 - 1917)
Esas palabras retumbaron en mí como un goteo de mercurio, cada palabra que salía de su boca explotaba en mi mente, y empecé a negar, no podía... no le creía, principalmente cuando dijo que había saltado de un auto en movimiento y se había internado en el bosque para ocultarse de sus secuestradores.

Mientras me seguía contando, como ya les expliqué mil veces, unos botes de humo rompieron los ventanales de casa y entraron ustedes pateando la puerta y apuntándonos a la cabeza.

Después me encapucharon, también me secuestraron y me arrastraron hasta este salón para preguntarme mil veces la misma cosa. Y se la llevaron de mi vida...

¡Ya les dije que yo no conozco a mi esposa...!

Ya... ni siquiera sé quién es.

martes, 29 de marzo de 2011

Despierta

Algunas noches, sobre las 3 de la mañana, me despierto sobresaltada, miro la cara de la persona que duerme a mi lado, la de Pablo, mi marido, ¡Y no la reconozco! Un escalofrío estremece mi cuerpo, cierro los ojos y vuelvo a dormirme.

Todo me resulta extraño, recuerdo cosas que no son reales y olvido lo que es real. Ayer creí ver un gato con alas, sí ¡Un gato volador! Y la semana pasada mis ojos se volvieron azules, ¡Juro que yo los tenía marrones! Pablo, comprensivo intentaba calmarme explicándome que siempre fueron azules. Me estoy volviendo loca, no reconozco ni la cara que acompaña mis movimientos en el espejo.

Siento el ruido de la resonancia magnética clavándose en mi cerebro, sonidos repetitivos y penetrantes que buscan en mi cerebro la raíz de esta locura. Me siento atrapada como en un ataúd.


Me levanto, desayuno, cojo el metro, última parada, salgo a la calle donde trabajo, camino unos metros,  pero ¿dónde está el edificio? Mis ojos buscan compulsivamente el cartel de la calle, CALLE de los Sauces, busco el número con el corazón acelerado, número 5, grito en medio de la calle ¡Pero dónde está el edificio!

 - “Disculpe señor, ¿Recuerda que ayer aquí había un edificio azul?”

-  “No señorita, aquí siempre ha habido un colegio de fachada blanca.”

Se resbala por mi brazo el bolso hasta el suelo, suelto el periódico de la mano, dejándolo caer como si nada importara, el teléfono suena y suena en mi bolsillo, me pongo a correr frenéticamente, choco contra la gente, cruzo la calle, mi corazón salta en mi pecho, una farola me dice que me quiere pero que se tiene que ir a trabajar… ¡UN COCHE!..... Caigo al suelo, no puedo respirar, solo llevo un zapato, me levanto de repente y sigo corriendo con las rodillas ensangrentadas… No veo, no oigo ¡NOOOOOOOOOOOOOOOO!


… Estoy sentada en un banco, no sé qué hora es, veo cómo se acerca Pablo, ¿Le he llamado?, no lo recuerdo, tengo el móvil en la mano.


- “¿Quién eres?”

- “Soy Pablo, cariño. Vámonos a casa.”

- “¿De qué color tienes los ojos Pablo?”

- “Azules, como tú.”

- “¡No, mi marido los tiene marrones!...”


Mi grito desgarrador se oye en todo el parque, la gente me mira mientras Pablo me lleva al coche en brazos…

 Me venda las heridas, me acuesto, me duermo… y sueño de nuevo, con una cara conocida, amable, de ojos marrones, es él, me dice “Despierta cariño, te estoy esperando”, “Despierta cariño, te estoy esperando”, resuena en mi cabeza una y otra vez ¡¡¡¡DESPIERTA CARIÑO!!!!, no puedo hablarle, lo intento pero mi boca no se abre, mis labios no responden, no puedo soportarlo más... Y despierto, empapada en sudor, ¡Acostada al lado de alguien a quien no conozco! Respiro, cierro los ojos y vuelvo a dormirme.


Los médicos no encuentran nada en mi cabeza, pero yo no soy yo. Esos sueños me obsesionan. Cada noche... “Despierta cariño, te estoy esperando”… y vuelvo a dormirme hasta la mañana siguiente.


Un pájaro ha entrado en casa y me ha dicho:

- “Soy mamá, ya estoy aquí, hoy voy a leerte La Perla, tu libro favorito.”


… y me ha recitado de memoria todo el libro, con todos su acentos, comas y penurias. 


De madrugada… “Despierta cariño, te estoy esperando”… !Esta vez no quiero perderle!, quiero quedarme con él, aquí encuentro sentido, el poco que me queda dentro de este mar de incertidumbres, de confusiones, de locuras. Aprieto los ojos con mucha fuerza y peleo con mis labios para que se muevan, quiero decirle cuánto le echo de menos, cuánto deseo que se quede y que cuando despierte esté durmiendo a mi lado, ¡Por favooooooor!… me despierto mientras mi boca grita ¡No te vayas!...


… pero no estoy en ni habitación, ni en mi cama, una luz ciega mis ojos, solo puedo sentir que una mano aprieta la mía, no veo nada, escucho sonidos de hospital, alguien me susurra…


- “¡Amor mío, sabía que despertarías, cada noche te lo pedía!”

-  "Tus ojos, ¿De qué color son?”

-   “Marrones, como los tuyos… ¿no te acuerdas?”



En la mesilla hay un libro, en el lomo puedo leer “John Steinbeck, LA PERLA”. 


- “El libro…”

- “Lo dejó ayer aquí tu madre.


Pegado a un lateral del cajón un papel olvidado, escrito a mano, de días atrás, donde se puede leer “RESONANCIA A LAS 9:05 PL5 SALA3”, ¡También era real!... ¿Qué más era real?...

Un suspiro de alivio inunda la estancia… he vuelto.




By Sarai Corredor

lunes, 28 de marzo de 2011

El Corazón De Celia



- "La señorita Celia no quiere recibirte..."

Ella sabía que Kiko se iba de allí con una pena grande royéndole las entrañas, pero era lógico que las cosas sucedieran de ese modo... "pues el hijo de un guarda no puede ni debe andar por la vida enamoriscado de la hija de los amos".

Lo conocía bien, claro que lo conocía bien; cómo no habría de conocerlo si fue ella misma quien, casi 20 años atrás, con sus propias manos ayudó a su madre, a traerlo al mundo. Fue aquel día un día grande en la casa de los guardeses de la finca, y hasta lo celebraron ; pero, aparte de buena salud y un rincón de casa donde vivir, poco más tenía y poco más habría de darle la vida a aquel pobre zagal nacido en una cuna pobre y en un humilde cuarto que ni siquiera pertenecía a sus padres, los guardeses de la finca de Don Alvaro de Blazquez-Cánchon dueño de media comarca.
Pocos meses después que él  nació la señorita Celia.

Pero la señorita Celia, a diferencia de Kiko, nació en cuna de encajes y en lujoso dormitorio del palacete propiedad de sus padres. Y no hubo sólo un día grande para celebrar su nacimiento, sino toda una semana de fiestas y jolgorios.

Lo único que, la señorita Celia siempre fue una niña con una salud casi tan escasa como la de su madre, Doña Francisca, que era muy buena mujer, muy bondadosa, pero tan delicada, que ni siquiera pudo amamantarla cuando nació. Hubieron de ser los robustos pechos de Cristeta quienes, quitados de la boca de Kiko, amamantaron a aquella niña rubita hija de los amos.

Y crecieron juntos.

Y juntos vieron desfilar los días gratos de la niñez y esos días en que todo es rosa y los ojos muestran los más recónditos rincones del alma, esos días hechos del color del cielo, en que las flores y los pajarillos y las estrellas sólo son juguetes hechos y dispuestos para construir sueños de infantiles mentes, ilusiones y fantasías de corazones aún vírgenes de las otras cosas de la vida...

Y juntos, más tarde, cuando la niñez fue quedando atrás y los cuerpos crecieron, los doce, los trece, los catorce años se les fueron anudando al corazón, descubrieron que eran hombre y mujer... Y, también entonces, descubrieron que eran seres distintos, que la misma vida que les había unido había puesto a sus pies la hondura terrible de un abismo insalvable...

Entonces fue cuando los labios olvidaron las sonrisas para dar paso a los suspiros, y los ojos se tornaron aún más brillantes con la luz amarga de las lágrimas.

La distancia y el tiempo, cuando la señorita Celia fue enviada a París a estudiar a un colegio privado, hicieron que ésta olvidara en buena medida a aquel joven con el que compartió la niñez. No así Kiko que, cada mañana después de que el cartero pasara, venía a buscarla a la casa con unas palabras, siempre las mismas, unas palabras cargadas de ansiedad y en las que se adivinaban todo lo que sentía por dentro:

-"Tata... ¿qué se sabe de la señorita Celia?

Y ella siempre lo mismo:

-Ya te dije que vendrá para Navidad... Pero, no seas loco, hombre, olvídate de ella... La señorita Celia no es de tu clase. Olvídala, olvídala...»

Para nada, al día siguiente:

- "Tata... ¿qué se sabe de la señorita Celia...?"

Una luz nueva brillaba en su cara cuando, allá por Navidad o por el verano, la señorita Celia aparecía a pasar las vacaciones en la finca.

Siempre lo veía solo, envuelto en soledades, rondando la casa y atento siempre a cumplir el menor deseo o capricho de su amor imposible. Horas y días enteros pasaba allá a las puertas de las caballerizas, aguardando a que una figura menuda y rubia asomara a la balaustrada de la casa y le dijera:

- "Kiko, mañana saldré a dar un paseo a caballo"

A la mañana siguiente, antes de que las primeras claras del día asomaran al patio de las cuadras, ya estaba preparada, ensillada, limpia y resplandeciente, la yegua alazana de la señorita Celia. Y cuando la señorita Celia salía a lomos de su yegua, sola, como siempre gustaba hacerlo, Kiko, por si acaso pudiera ocurrirle algún percance en su solitario paseo, corría tras ella por prados y caminos, ocultándose tras los árboles y matorrales para que ella nunca se percatara de su presencia.

De la misma manera, cuando la señorita Celia, acabadas las vacaciones, aquel pobre diablo desaparecía durante varios días sin que nadie supiera dónde y qué hacía, para reaparecer al cabo del tiempo, demacrado y llevando en los ojos todas las tristezas que le acarreaban sus sueños imposibles.

Pero todas aquellas excentricidades y tristezas se multiplicaron desde que se supo lo de la enfermedad de la señorita Celia...

El día que la vio aparecer en la ambulancia, y que la transportaron a sus habitaciones en una camilla, ese día no paró de dar vueltas, de maldecir, de llorar, de no dejarla tranquila hasta que le dijo todo lo que le pasaba a la señorita Celia.

Hubo de decirle toda la verdad:

- "... la señorita Celia andaba algo delicada del corazón y que había estado ingresada en un hospital de Madrid durante los últimos meses; que la habían operado y que necesitaba mucho reposo; que se encontraba bien, pero que quizás hubieran de operarla de nuevo si el aparato que le habían colocado no daba resultado"

Kiko sufrió mucho, mucho... incluso más que la vieja sesentona que los había ayudado a nacer.

Desde entonces, cada mañana: "Tata... ¿cómo está la señorita Celia?..." y al mediodía: "Tata... ¿cómo está la señorita Celia?..."; y por la noche: "Tata... ¿cómo está la señorita Celia?..."

El día que nos vio preparándolo todo para trasladarla de nuevo al hospital, después de enterarse de cuanto pasaba, de que la señorita Celia había empeorado y habrían de operarla de nuevo, no paró hasta obtener de una vieja sesentona el juramento de que, dentro de la gravedad, a la señorita Celia no habría de pasarle nada, y de que llamaría cada tarde a su madre para mantenerles informados de todo cuanto pasara allá en el hospital.

Así, a través su madre, se enteró de lo de la nueva operación, de que ésta tampoco daba los resultados que los médicos querían, y, por último, de lo del trasplante...

Los médicos habían dictaminado que la única solución para que la señorita Celia viviera era la de trasplantarle un nuevo corazón. Para ello había que estar a la expectativa de que hubiera un donante, y de que los órganos de éste fueran compatibles para que el corazón pudiera ser trasplantado al cuerpo de la señorita Celia. Y también se enteró de que los médicos habían dado un plazo...

Por eso no le extrañó que, aquella tarde, dos días antes de que expirara el tiempo que los médicos habían dado como factible para poder proceder a la operación de trasplante, Kiko se plantara allí en el hospital y le pidiera verla por última vez, pues se había enterado de que la gravedad de la señorita Celia era extrema y sabía que ya no tendría ocasión de volver a verla nunca...

Pero una vieja sesentona sabe que no está bien que el hijo de un guarda "ande enamoriscado de la hija de los amos..."

Y, aunque sabía bien que a la niña Celia, no sólo no le hubiera importado verlo , sino que incluso le hubiera gustado decirle que nunca olvidó a aquel Kiko con el que compartió años y sueños de juventud, ratos felices, ilusiones, y hasta los pechos de una misma madre, y que, guardaba por él el mismo cariño de siempre, para una vieja sesentona que comprende que la vida es como es, que sabe que las cosas imposibles son imposibles, y que no hay que darle más vueltas, lo mejor era decirle lo que le dije aquella tarde:

- "La señorita Celia no quiere recibirte..."

Y sabía que Kiko se iba de allí con una pena grande royéndole las entrañas.
Y lo conocía bien, claro que lo conocía bien y también sabía todo cuanto Kiko sentía por la niña Celia, todo...

Pero, aún así, aún conociéndolo como lo conocía, nunca hubiera sospechado que Kiko era capaz de ir más allá de donde van los hombres que aman, más allá de los sueños y de los sentimientos de las personas que aman.

No, no lo entendió bien cuando aquella tarde en el hospital le pidió verla por última vez, pues se había enterado de que la gravedad de la señorita Celia era extrema y sabía que ya no tendría ocasión de volver a verla nunca.

Claro que no lo entendió, claro que no supo entenderlo...

Comenzó a sospechar algo cuando, al rato de que Kiko se fuera de la sala con la cabeza baja y las tristezas amontonadas tras los ojos, uno de los médicos llegó diciendo que se preparaba todo para intervenir de urgencia a la señorita Celia.

Se acrecentaron sus sospechas cuando, mientras el personal del hospital procedía a trasladar a su niña Celia a los quirófanos y ella contemplaba llorosa la extrema lividez de su piel, una de las enfermeras vino a buscarla a requerimiento del médico jefe de la planta.

Se confirmaron sus sospechas cuando, tras ser informada de todo por el médico, entró a uno de los quirófanos para reconocer el cuerpo que yacía en la mesa de operaciones y contempló el cuerpo de un joven con la cabeza destrozada por un disparo.

Lo supo definitivamente cuando, tras serle entregada aquella carta, escrita por el joven y dirigida a su nombre, en la torpe caligrafía de Kiko descubrió que éste fue capaz de ir más allá de donde van los hombres que aman, más allá de los sueños y los sentimientos de las personas que aman.

La carta, unas pocas letras, torpes y escritas con renglones torcidos, decía:

"Tata, que como mi corazón siempre ha sido de ella, pues se lo doy para que se lo pongan dentro y se cure.

Tú sabes que a mí nunca me ha servido para otra cosa que para sufrir esta maldita suerte que me dio la vida. Por eso, con quitármela, no hago otra cosa que conseguir lo que siempre soñé, lo de vivir junto a ella, dentro de ella, y ya para siempre.

Ya ves que los sueños imposibles no siempre son imposibles. Dile a mis viejos que no sufran, y tú tampoco, y a ella no le digas nada de esto, pues, aunque este corazón, que ahora será el suyo, está bien acostumbrado a sufrir, hora es de que ni ella ni yo suframos más.

Cuando se cure, mírala y verás que yo estoy dentro de ella, de la misma forma que ella siempre estuvo dentro de mí.







Un fuerte beso de tu niño. Kiko."

lunes, 3 de enero de 2011

70 Maneras De Dejar A Un Hombre


  1. Tenemos que hablar (enviar preferentemente por SMS).
  2. Tengo la sensación de que nos estamos alejando.
  3. Hoy creo que nos tendríamos que haber conocido de aquí a dos años.
  4. Realmente me gustas mucho, pero estoy confundida.
  5. Tú nunca tomas la iniciativa, siempre tengo que ser yo.
  6. Será mejor que nos demos unos meses para respirar.
  7. Eres maravilloso, sensible, simpático, gracioso, tienes conversación... pero necesito algo más en mi vida.
  8. Gracias a Dios la culpa no es de nadie, las cosas duran lo que duran.
  9. Una cosa está clara, no es culpa tuya, el problema soy yo.
  10. Recuerda algo: ya te avisé de que soy un espíritu libre.
  11. Ahora es diferente, ya no hay chispa entre nosotros.
  12. Necesito a alguien más maduro a mi lado.
  13. Necesito vivir nuevas experiencias y conocer a otras personas.
  14. Hemos entrado en un círculo vicioso y necesito escapar.
  15. Necesito un tiempo para reflexionar.
  16. Nos hemos conocido en un periodo muy complicado de mi vida...
  17. Creo que nuestra relación ha caído en la monotonía, ya no es como al principio.
  18. He hablado con mis amigas y creemos que lo mejor es que lo dejemos un tiempo.
  19. Es que no tenemos la misma escala de valores.
  20. He notado que últimamente te has dejado un poco...
  21. No he estado con ningún chico mejor que tú, pero no es lo que yo quiero.
  22. Lo mejor es dejarlo para no hacerte daño.
  23. No quiero cerrar ninguna puerta, quizás en el futuro...
  24. Somos muy diferentes. Tú sólo piensas como un hombre.
  25. El sexo no es lo más importante.
  26. ... me lo acabas de quitar de la boca... yo pienso igual que tú.
  27. ¿Tú crees en el destino? Yo sí. 
  28. Seguro que dentro de un mes me estaré tirando de los pelos, pero creo que lo mejor es dejarlo.
  29. Sólo me buscas cuando te interesa tener sexo conmigo.
  30. Creo que no estoy preparada para llevar una relación.
  31. Siempre podremos seguir compartiendo las mismas cosas, si quieres, claro...
  32. Tú necesitas a alguien que te quiera de verdad.
  33. Hoy sé que me estoy equivocando, pero es algo que debo hacer.
  34. Realmente pensaba que eras diferente pero ahora veo que eres como los demás.
  35. Todo tiene un principio y un final.
  36. Seguro que te irá mucho mejor sin mí..
  37. Estoy cansada de dar sin recibir nada a cambio.
  38. Ganaremos los dos. No me veo en el futuro contigo.
  39. Un beso tuyo ya no es como al principio.
  40. Respira tranquilo, esto me duele más a mí que a ti.
  41. Ahora creo que es hora de que empiece a pensar un poco en mí.
  42. No estoy preparada para algo serio.
  43. Yo no soy tu mujer ideal ni tú mi hombre ideal...
  44. Eres demasiado perfecto, no te encuentro ningún fallo, y eso me asusta.
  45. Me he dado cuenta, después de 5 años, de que no estamos hechos el uno para el otro...
  46. Yo necesito alguien que me entienda.
  47. Las personas cambiamos...
  48. Necesito un cambio de 180 grados en mi vida.
  49. Estoy haciéndonos un favor tomando esta decisión.
  50. Yo te quiero, pero de otra manera.
  51. Es mejor que lo dejemos ahora, antes de que nos hagamos daño.
  52. Las cosas están yendo demasiado deprisa...
  53. Es que eres demasiado bueno conmigo.
  54. No podemos seguir engañándonos de esta manera.
  55. Sé que ahora te duele, pero en el futuro me lo agradecerás.
  56. Es todo tan bonito que me asusta.
  57. Lo nuestro está en punto muerto.
  58. Mejor que lo dejemos ahora que aún estamos a tiempo. Dentro de un año sería peor.
  59. Espero que seas feliz y encuentres una chica mejor que yo.
  60. Yo no sé querer por dos personas.
  61. No somos compatibles sexualmente.
  62. Ya te dije que era un poco lagarta.
  63. Sabes que lo nuestro es imposible.
  64. Ponte en mi piel y lo entenderás.
  65. De verdad, te aseguro que no hay otro.
  66. Creo que te conozco lo suficiente como para saber que no soy lo que buscas, no pegamos.
  67. Necesito estar sola ... para pensar.
  68. Somos dos polos opuestos, lo nuestro no nos lleva a ninguna parte.
  69. Creo que es hora de que nuestros caminos se separen.
  70. Y sobre todo, no te preocupes, siempre podremos seguir siendo amigos.