viernes, 31 de diciembre de 2010

En Las Alas De La Mentira


La mentira es algo que se esconde
 para no tener que existir
no hay porque desconfiar si la locura
 ha decidido ya por ti

Ha venido un ángel y el cielo existe
 ya no tengo más que perder
mis presentimientos han estado
puliendo la verdad

Los sueños desbordan al tiempo que la vida no puede medir
ahora ya que importa si un día tuviera que morir

Cierro los ojos y bailo al borde del tejado...
¿podría volar?...


By Santiago Auserón 1984

martes, 28 de diciembre de 2010

Miopía

Dicen que la valentía no esta reñida con la percepción de hacer las cosas correctas. Hay veces que somos valientes aunque eso nos cueste el estatus o lo que hayamos conseguido en la vida.

Uno crece con ciertos valores vitales a los que ha de ser leal, y aun sabiendo que en su circunstancia "aneja" hace lo que debe hacer. Uno podría pasar de puntillas y no pasaría nada. Al menos si los adlateres no son conscientes de ello.

Vivir dentro de una comuna religiosa es muy complicado. Aunque intentas caminar por los caminos angostos, ves como el error heredado hace que sodomicemos al que esta al lado o al que no le tengamos tanta estima. Al que en el fondo, aunque tengamos a amar hasta al enemigo, si podemos al que tenemos muy visto, pues va a ser que no.

Pero yo siempre me digo que es ley natural del humanus catarrinus.

Lo malo es cuando sabes que al hacer lo correcto y destapar a ciertas personas con padrinos, eso no va a cambiar nada en la comuna y encima uno mismo siempre quedará mal públicamente. Porque entre los cabezas pensantes hay una ley no escrita que dice: "hay que proteger al prior de tu derecha y al de tu izquierda, siempre y cuando eso te beneficie a ti... si tienes un atisbo que defenderlo te perjudica... ataca hasta la muerte".

Es como cuando un equipo medico tiene una negligencia en la mesa de operaciones. Se denomina un error de mala praxís si el error es callado por la mayoría, pero si algún medico denuncia algo, si tiene buenos padrinos, siempre saldrá victorioso. Pero, ay! del pobre enfermero que cuente algo... ni los buitres tendrán donde alimentarse.

Conclusión: "hay que tener amigos hasta en el infierno, y sobretodo, que te deban un chispa de lealtad". Si no, vas de ano.

Y mi perturbable duda desde hace muchos años, es si el ojo que todo lo vé usa gafas...

Porque a veces su miopía es alarmante y me desgana.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Mas que la humedad

 Las cosas no salen así porque si. La vida no es algo que esta destinado a que hagamos ni  nos dejamos llevar por las circunstancias, eso es mentira. Desde que uno nace, ha de tomar muchas decisiones para el  proceso natural de personalidad o estatus humano.

Desde bien chicos nos preguntan:
¿A quien quieres mas, a papá o a mamá? ¿chuches o bollicao?
¿Barbies o futbol?  ¿Epí o Blas? ¿Que color es tu preferido?
¿Pantera rosa o Tigretón?...


Y luego llegas a la adolescencia y el proceso es el mismo...
¿Carne o pescado? ¿Beatles o Rolling Stones? ¿Batman o Superman?...

Luego despues de estar toooda tu adolescencia exponiendote a distintas cribas sobre tus preferencias o si encajan con las que se denominan normales o aceptadas.

Uno llega a su madurez y sigue el cruel juego...
¿rubia o morena? ¿dulce o salado? ¿fiel o infiel? ¿misionero o a galope?...

Y supongo que, es ley de vida, pero tenemos que elegir o tomar nuestras decisiones. Pero el problema es que, a veces, las decisiones conllevan daños colaterales que no podemos controlar. Es como esos misiles de guerra que por mucho que los dirigan con sus coordenadas siempre el tiro se desvia unos grados y destroza alguna choza de alguna familia pauperrima que no tienen culpa de nada, pero que, sin quererlo o beberlo como decimos "pagan el pato".

En resumidas cuentas, la libre eleccion es una farsa. Siempre sale alguien dañado y normalmente es siempre el mismo. El que toma la decision.

Al final es a uno mismo al que le caen los palos, la desidia, los comentarios sarcasticos, el despotismo, etc.

Y no se si es justo, pero lo que sí sé, es que a veces tomamos rumbo por la vida a pesar de  las circunstancias y aunque no deba estar bien visto, en realidad, somos dueños de parar o seguir con la situacion escojida.


Porque hay un porqué de las cosas, hay un sentimiento de culpa que nos obliga explicar a terceros siempre... ¿que saben ellos de tus sentimientos internos?

A veces, las decisiones las tomamos para  beneficiar a los que mas queremos, sin pensar que estos solo les importa salirse con la suya y demostrar al mundo sus opiniones u opciones.

A veces simplemente nos dejamos llevar como ese barquito de papel que no tiene remos y deja que la marea le lleve y sortea como puede las olas grandes, unas veces venciendolas y otras veces hundiendose lentamente debido a la humedad de sus fragiles paredes.

Es igual de respetable, ¿no?

Pienso que uno siempre pierde su dignidad si tiene que estar justificandose por las decisiones que tome en la vida.

A veces hay que ser valiente y consecuente con sus decisiones y no tener miedo. Porque vivir con miedo, eso es lo que mata.Y como todos sabemos, lo que de verdad mata es la humedad.



D3000

jueves, 2 de diciembre de 2010

Fue una mujer

Suena en la ventana rumores de viento que llaman su atención. El día esta soleado, lastima que ya no sepa desde donde vino. Ni si irá a algún sitio.

Ya no sabe que pasa a su alrededor, ni porque la trantan con cariño y firmeza al intentar darle de comer ese puré, ni siquiera recuerda a que sabe un simple puré. No podría explicarlo por varios motivos. Ya no recuerda el sabor de las especias, ni si le gusta mas caliente la comida, ni si necesita un toque de sal. Ya no recuerda siquiera cual es el mecanismo para alimentarse. Todo empezó una noche hace ya 6 años en que después de sentarse a tomar la cena con sus hijos y su marido, los miró absorta y cuando él le dijo: "¿no pruebas bocado?". Le miró pero no se atrevió a decirle que no sabia como hacer para llevar el alimento a su boca, aunque tuviera la cuchara en su mano.

Ahora ya da igual.

Nunca entendió porque cuando el medico habló con él y con sus hijos, el pequeño, que por cierto ya no recuerda su nombre, enfadado con la vida, salió a llorar al descansillo de la sala. Lo que sí notó es que todos desde entonces se prestaban a ayudarla en lo que vieran que necesitara. Solo tenían que intuir en su mirada perdida e inmediatamente iban en su ayuda.

Una noche se despertó en la madrugada angustiada, porque tenia la sensacion de estar con un desconocido a su lado pero sentía alivio pues éste al darse cuenta de su malestar simplemente la miró complacido, la acarició la mejilla y la arruyó contra su pecho. Y ya esa sensación desapareció. Nunca supo quienera ese hombre tan gentil que la daba muestras de amor, olvidó su nombre. Olvidó sus vivenvencias con el.

Un día dejo de hablar. Ya no pudo mas expresar con palabras sus emociones, no sabia como. A veces miraba por el espejo con expresión de estrañeza preguntándose quien era la mujer que se encontraba enfrente, y lloraba en su interior. No entendía nada.

Solo recordaba nombres y cosas de su infancia, llamaba a su mamá en sueños y hacia el gesto de peinar a sus muñecas al aire. Era simplemente el retroceso que el medico les había explicado, el lento proceso del cruel Alzehimer.

Una tarde sentada en su sofá mirando hacia la ventana se quedó dormida, no la molestaron mas, pensaron que estaba cansada pero en realidad por fin el enigma "que mas podemos hacer por ella" se terminó.

Enfermó sin que se diera cuenta nadie y se fue sin que se diera cuenta nadie.

Los meses posteriores fueron mas duros para sus hijos que el propio día en que se dieron cuenta que ya no estaba viva. Los sentimientos de alivio se mezclaban con los de impotencia, hasta que, por cansancio o por sentido de aceptación,  aceptaban uno a uno el triste final de ella. Solo les quedó el recuerdo de las fotos de familia en las que su cara reflejaba todavía viveza y alegría. Ya no se acordaban de como fueron sus ultimos 6 años. Porque fue una mujer con muchas virtudes y se alegraron de su descanso.

Y por fin todos descansaron.




sábado, 20 de noviembre de 2010

Hoy ha salido el sol, ha sido una noche placentera. Cena con verdaderos amigos, tardecita de ambiente espiritual sano y 9 horas de planchamiento lateral de pabellón auditivo en estado de mini-letargo.

Dolor de cabeza mañanero... como todos los días desde hace 7 meses.
  
Pero hay una cosa que cada día me pesa mas y mas en el subconsciente: "estoy envejeciendo".

No es que quiera estar en un mundo irreal y no sea consciente que las manecillas del reloj van hacia delante, no. Lo que pasa es que me siento apolillado interiormente. Ya no me gusta la música de mi loca y estúpida juventud, mi atuendo se tiñe de colores fríos, oscuros  y mi interés en lo común ha cambiado. Lo que antes era mi propósito diario ha dejado de serlo y mis sensaciones son nuevas y no se si me gustan ahora.

Cada vez veo mas niños a mi mayores y mas mayores a mis niños. Es curioso. Me asalta una losa de patetismo y en la soledad he sucumbido al llanto. Eso si, como mi cuerpo se hace viejito el llanto dura 15/20 segundos... eso deber ser la próstata emocional que ya me esta avisando.

Esta mal decirlo, pero, las inquietudes de los mios me afectaban momentaneamente, y ahora a veces, me puedo tirar días o semanas preocupado por problemas ajenos a mi.

Creo que necesito un cambio de circunstancias, es mas, debo cambiar algo en mi para que mi entorno me siga... lo malo es que me asusta que mi entorno no me siga, o que lo haga a ciegas y se de cuenta que no se siquiera yo donde quiero ir o que quiero hacer en mi vida. Es frustrante.

Muchas veces pienso que el estado del bienestar es negativo en ser humano y psicosomaticamente el cuerpo y las aptitudes hace que uno se sienta mal. Es como cuando ves esos programas de TV y ves a celebrities que te cuentan como han llegado al cenit de la vida y te dicen que todo eso no vale una mierda y se sienten vacíos o mal. Ya nada les motiva.

Pero para motivarme necesito alguien a mi alrededor, y alguien que respete mi motivacion, es como cuando haces una dieta con tu pareja. Es imposible ir al mismo ritmo de controlamiento, porque los que somos de carácter inestable o llamarlo "hambre voraz", necesitamos a veces parar bajarnos del caballo, estirar las piernas y continuar cabalgando. Y eso tu compañero/a debe ternerlo en cuenta.

La motivacion es positiva, pero ha de ser realista y cada uno debe saber hasta donde puede llegar. Yo mas o menos voy sabiendo hasta donde puedo llegar, probablemente mi entorno no. Y es lo que me derrota. Porque llevo toda mi vida haciendo un papel que no corresponde con mis sentimientos actuales. He confundido mi espontaneidad con fortaleza. Y ahora me siento agotado y confundido, no se que espera la gente de mi.

A veces me ha pasado que cuando opino sobre algo me miran asombrados y me espetan sin temor: "pues yo pensaba que te iba a dar igual... o como tú eres así pensé..."

He estado forjando una adolescencia, con mis errores, y ahora sorprende que no esté de acuerdo con lo que hace años sí lo estaba. ¿pero no hemos quedado que hay que aprender de los errores?. Es frustrante.

Puf... me he levantado espesito.

Voy a tomar mi dosis de cafeína mezclada con unos gramos de parazetamol y voy a continuar este día gris interno sin abrir la boca. Que ultimamente es lo mejor que se da a hacer. Y voy a dejarme llevar por esta corriente de negatividad.

Eso si, hasta la hora de la siesta, mi postre preferido.

Y mañana sera otro día.


D3000

jueves, 28 de octubre de 2010

Solo de vez en cuando

Cada vez  más encuentro a gente con un afán de dar a entender lo fantástica que es su vida o sus experiencias o sus afanes de superación.
La verdad es que entiendo que no se ha de contar las miserias personales a diestro y siniestro, pero a veces el afan de modificar la realidad puede conducir a semejantes especímenes en 2 vertientes vertiginosas. Una sería a convertirse en un mentiroso compulsivo y el otro a llegar a la negación de la realidad de tal manera que el propio divulgador de su pantomima se envuelve de capas y capas de vida ficticia como una cebolla.
Luego, es curioso, esos que son "los adalides de la veracidad" suelen ser los más talibanes, en sentido metafórico. Y es que la verdad no se puede exagerar, en la verdad no puede haber matices. En la semi-verdad o en la mentira, hay o puede haber muchos. Normalmente los talibanes suelen ser los más mentirosos, pero luego están los exagerantes. 
Los exagerantes son esos que te cuentan algo nimio y te lo agrandan a un grado supremo para que, supongo yo, les prestes la mayor de la atención posible. O los demuestres mayor devoción o admiración.
Luego entramos en los que a mí me revuelven mas el estomago, los que te cuentan una verdad a medias o falsean la realidad. A esos les odio con mi odio más profundo porque, si tienes huevos a soltar una parrafada falsa no lo hagas así, échale valor y miente. Me recuerdan a la imagen de la víbora de El Libro de la Selva, solo les falta que los ojos se hagan tricolores y además de soltarte un rollo te hipnoticen y te pongan mirando a Zaragoza. Podríamos catalogarlos de IN- veraces (como diría el gran filósofo de la vida Jose Mª Martínez Bordiú alias Pocholo).
Hay unos que yo los llamo los reculadores que son esos que te están hablando y cuando se dan cuenta que te han contado alguna miseria personal echan el freno y se desdicen sin ningún pudor de lo que hace unos instantes te estaban contando con tristeza o rabia. Claro que esos son los que a toda costa te hacen ver que su vida es la mejor y tú eres un “introzzo di merda”, por decirlo fino. Su patetismo es normalmente cómico.
Es una gran fauna pero de todas formas de algo hay que morir y las personas no pensamos que al mentir nos quitamos parte de veracidad interna.
Pero vamos, eso me han dicho, porque por supuesto "yo nunca miento… solo de vez en cuando".

D3000

lunes, 18 de octubre de 2010

Funeral Party

Cada vez mas coincido con gente que solo quiere que se sepa "qué hizo" o "qué dijo"... Me cansan.

Exhiben sus trofeos personales impunemente sin un mínimo de pudor, sin pensar que el que esta enfrente se puede estar horrorizando interiormente pero que sin gesticular asiente impasible y sonríe levemente para que la hazaña relatada acabe.

Eso sobretodo ocurre en un tanatorio. Uno va preocupado intentando ordenar su mente para decir a los dolientes alguna palabra de esperanza o alivio y se encuentra ante una fauna o mas bien, una piara de gente que lo único que quiere es que se sepa lo buen "amigo" que era del fiambre y sin ningún pudor explican detalles insulsos de alguna experiencia que tuvieron con el susodicho.

Y no te digo nada si el malogrado "precintado", era el protagonista de algún escandalo familiar... entonces el ir al velatorio y posterior funeral se convierte en un plan mas interesante que un fin de semana en Benidorm.

Ahí si que se puede ver la podredumbre humana, que a toda costa quiere saber como va todo y a la vez muestra su falso interés por los dolientes vivos sin pensar que a lo mejor lo estarán pasando mal, pero eso es lo de menos.

Me da pena. Siento mucho la muerte de todo el mundo, pero me siento personalmente fustrado porque a la hora de la verdad no me sale nada que decir para aliviar la pena a alguna persona allegada del inerte. Solo me sale un "lo siento" o un abrazo, que no se si darlo fuerte o dar un abrazo rápido.

Esa es otra, ¿como es una muestra de afecto sincera? ¿quien marca las reglas? ¿el familiar que se emociona al verte? o uno mismo emocionado...

Y luego me pasa lo de siempre, cuando acaba el día me siento mal incluso triste y los nervios dejan que exteriorize mis sentimientos,  pero ya no vale de nada porque el funeral a acabado ya.

Para mi muerte voy a contratar un equipo de grabacion que vaya pasando uno a uno por cada visitante y que deje plasmada su impresión de mí. Como en las bodas, estaría bien que cada visitante deje algún mensaje para mi o para mi pareja a modo de justificacion del porque se encuentra ese día acompañandola. Seria interesante ver el pavoneo de frases y reconocimientos que ninguno sentiría en mi nombre. Estaría bien.

D3000

jueves, 16 de septiembre de 2010

La Nebulosa Feliz

 Se dice que tener memoria de elefante es síntoma de tener una memoria ágil o resistente al tiempo. Pero no es así. 

A veces la memoria puede hacernos pasar hechos negativos o positivos en nuestra vida como los mejores momentos jamas vividos y pensar, por ejemplo, que nuestro familiar fallecido, que era un borracho o drogadicto y maltratador, etc.  

En realidad era, probablemente, "la persona con mas sensibilidad y cariño al prójimo que haya nacido en los casi 7.000 años de existencia humana"

No nos engañemos, la memoria es selectiva y aun incluso el peor de los momentos vividos puede ser casi cambiado con el paso de los años y nos hace reír de situaciones que la verdad por mucho tiempo nos han hecho llorar.

A todo el mundo no le pasa. Hay quienes sí ven el pasado con tanta exactitud que no pueden despegarse de el. Y siguen conjeturando o dándose vanas explicaciones para calmar no se qué vacío en su interior. 

Estos me producen lastima, por que yo he sido uno de ellos. Y es terrible la sensacion que tu pasado te persiga y te juzgue hasta tal punto que no haces otra cosa que desear arreglarlo todo lo destrozado en esos días.

Guardo un deseo desde hace mucho tiempo, deseo que probablemente nunca se cumplirá, charlar con una persona del pasado. Se que esa persona me ha olvidado pero yo no he podido cerrar esa puerta de mi memoria y como un cometa que cada cierto tiempo vuelve a la tierra, su recuerdo viene a mi subconsciente o a mis sueños. No servirá de nada, pero calmaría mis malos espíritus internos y mis silencios.  

Uff... me hago viejo!!!

La memoria es como esa nebulosa feliz que a veces nos muestran en la tv, con colores infinitos y estraños destellos que parecen sacados de un photoshop y parece tan real e irreal a la vez.

Tuve momentos de felicidad, creo... se dice que la inmadurez es felicidad o ¿es la ignorancia? 

Pero al madurar como persona esos viejos fantasmas se mezclan con las tristes realidades que otros, desde otra perspectiva, me ayudan a montar el pasado. Como si fuera un puzzle de lo vivido.

La vida es cruel. Y la memoria mas...

domingo, 5 de septiembre de 2010

A

De vez en cuando mira por la ventana para ver pasar el día.

Y a veces la memoria la tortura y las pesadillas vuelven a rasgar las heridas a medio curar hasta que brota la sangre amarga.

Comienzos duros tiempos muy difícil, amor furtivo, amor joven, amor fusilado por los verdugos de Franco. Y un sin fin de calamidades que han hecho de ella una mujer dura, desconfiada, indomable. 

No debe ser fácil convivir con un hombre que se dedica a hacer el "paseillo" al pardo sin que la cuente nada. No tiene que ser fácil ver como tu amado va a la guerra y no saber nada de él 4 años y las pocas veces que le ve es para estar unas pocas horas, siempre con miedo.

No debe de ser fácil ver a tu amado hecho un quejumbre de huesos y golpes y tortura en una camilla con las piernas quemadas y destrozadas. Y tener que despedirse porque en 48 horas lo rematarían en la pared del Cementerio de la Almudena (Madrid). No tiene que ser fácil ser forzada consecutivamente por los grises días después para que confesara las amistades de su marido, porque fuera jefe de una oficina de CNT en Madrid.

No tiene que ser fácil ver a tus hijos pasar hambre, mucha hambre, sin poder darles nada que se puedan llevar a la boca. No tiene que ser fácil tener que te quiten tus hijos y no los vuelvas ver hasta la mayoría de edad y a partir de entonces ser unos perfectos desconocidos.

No tiene que ser fácil recordar como se conseguía dinero o comida en los bares o cines de el Madrid de la posguerra, no tiene que ser agradable recordar como se dejó llevar la primera vez que vendió su dignidad como mujer...

"Mejor olvidar que no recordar".

Supongo, que en algunos casos, sería fácil justificar tantas cosas... perdonar tantas cosas... olvidar tantas cosas. 

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Llorando los fusilados
Uno de sus hijos una vez me dijo que "el mejor recuerdo de su infancia y adolescencia es como, cinematograficamente hablando, "el fundido en negro".

El dolor de la memoria traumatizada hace que la solución al dolor sea el no-recuerdo, porque todo lo conduce a cruel tristeza , amarga tristeza. Y mejor no recordar, ¿para que?

De vez en cuando pienso en A.

Y pienso, a veces con rabia, que todo podría haber sido de otra manera, ella tenía la llave para no haber vivido con tanto y tanto dolor que la llevó a tantos errores en la vida. No la guardo rencor, el dolor y la rabia nunca depende de uno mismo.

Y el bando de los vencidos siempre es amargo y derrotado... y errado y hundido. Y la vida, su vida, se fue aquel 30 de abril de 1940 en la tapia este del Cementerio de la Almudena.

 De vez en cuando mira por la ventana para ver pasar el día. Nadie la enseñó a resistir tanto, tiene 93 años.

Y todavía le espera.





sábado, 4 de septiembre de 2010

"Fast Diner Food"

Cada minuto que pasa ansía las ganas de obserbar su hermoso y cuidado flequillo... Queda solo 5 minutos para que su anelado encuentro diario sea una realidad.

No sabe su nombre, ni siquiera si tiene el corazón comprometido por algún otro que la ayude a pasar la vida de alguna manera feliz,  ni a que sabe las gotas de sudor que bañan su perfecto cuello y llegan a su perfecto pecho. Ni de que color ni textura es la aureola que centra  su perfecto pecho que él a veces, de reojo mira furtivamente temiendo encontrar la mirada sorprendida que pudiera suponer al verse descubierto. Y con mínima impaciencia mira el reloj, vigilante,  como un vigía que trata de buscar algo en la lejanía que llame la atención y pueda avisar del enemigo.

Queda 1 minuto para el encuentro, su ansiado encuentro, su melancólico encuentro, su frustrado encuentro, pero como desde hace 2 años, 5 meses y 18 días... permanecerá reservado, callado y sonriente como un niño que desea con vehemencia el regalo de su madre y no se atreve a pedirlo. Así estará, renegando de si mismo la impotencia de ver a su amada y no poder decirle nada mas que: "Bienvenida a Fast Diner Food, ¿que desea? ... ¡Gracias por venir y buen almuerzo!"

¡Si al menos observara el esfuerzo y la valentía que hace para poder dirigirse a ella!, pero de nada valen los lamentos, ni las quejas mentales en el autobús de vuelta a su casa, ni los viajes mentales que hace cada noche cuando con su mano piensa en ella, siendo felices, unidos, emocionados mirándose el uno al otro... amándose en la oscuridad.

Son las 14:07 y se abre la puerta, ante la maraña de personajillos que salen de sus puestos de trabajo en medio de esta nada, aparece ella.

Radiante, con un halo de seguridad que le abruma, y espera pacientemente su turno hasta que por fin se sitúa delante del mostrador, coje el tríptico de las ofertas y menús diarios y dice con su voz cálida y timbrada: "Hola, ¿me pones un sandwich de rucula y pavo... una ensalada sin pepino y una Zero? Gracias..."

Luego el ritual de cada día, ella espera distante, mira al techo, le mira sonriente y paciente, y sin que se él se de cuenta observa lo bien que le sientan los tejanos por detrás... , y en su interior se pregunta cómo sabrá un beso apasionado con él, como sería sentirse abrazada por ese chico tímido, alto y pecoso que de vez encuando se sonroja cuando ella se deja a propósito el tercer botón de la blusa abierto (para que él la mire furtivamente). Como serán sus piernas desnudas y cómo seria despertarse junto a él todas las mañanas de su triste y solitaria vida. En el fondo de su deseo envidia a la mujer que tenga la suerte de estar con él.

Y se va con su bandeja después de haberse dedicado unas cuantas sonrisas furtivas, y un "gracias" mutuo a la hora de pagar. Busca su sitio que normalmente debe ser enfrente de él pero de espaldas a él, mirando a la calle tras un enorme escaparate... y mientras mira la calle desea sentirse observada por él, deseada por él. 

Desea que en breve se acerque, como cada día, a retirarle la bandeja con esa sonrisa tímida y limpia que la hacer sentirse divina y la da el motor y las ganas de seguir con su jornada aunque sepa que la falta algo. Y poder oler la colonia que usa que se mezcla con su olor corporal y la hace estremecerse internamente y hace que su mente vuele. El sentirse amada por alguien como "el chico del Fast Diner Food"... 

Pero nunca se atreverá a decírselo, porque no quiere tener mas dolor de corazón (ya ha sufrido bastante con los hombres), prefiere fantasear toda la tarde en la oficina pensando en el. Y sin mirar a la barra del local, deseando ingeniosamente sentirse observada coje su bolso y se va. 

Y el deseo mutuo y el amor infantil y verdadero de ambos se disuelve en un halo de tristeza e impotencia que los hace sentirse desdichados y felices a la vez pues tendrán un motivo para volver cada uno a su puesto de trabajo y esperar con anelo el siguiente encuentro, el ansiado encuentro en el Fast Diner Food.

Fin.